GRACIAS

GRACIAS
A todos los que visitan Mi Rincón, me dejáis vuestros comentarios: ¡¡Gracias!!. No suelo contestar a vuestros comentarios en las entradas, así que quede aquí mi gratitud.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Epístolas (II)

Querida María:

   Me alegraré que al recibo de esta os encontréis bien, yo por aquí bien Gracias a Dios.


   María, hoy me ayuda mi buena compañera Adelaida. Ya no veo bien y me tiembla mucho el pulso. Pero gracias a Dios tengo buenas compañeras que me ayudan.


   María, me alegré mucho de tu carta. Y de que esteis bien, comprendo que con la obra no hayas tenido tiempo.


  De lo que dices de mis huesos te digo que ando nada más que regular. Hace mucho frío y mis huesos también se resienten, pero todavía puedo moverme, gracias a Dios.


   De lo que dices de la niña también me alegro por ella. Ya se casará por la Iglesia cuando sea. Si ella es feliz, nosotros también lo estamos.


   De lo que dices del niño, él es joven y muy listo, seguro que se abre camino en la vida, como su padre y su madre.


   De lo que dices de venir pues yo que te voy a decir, que estoy deseando veros, a tí, a tu marido y a los niños si vienen.


  María yo estoy bien. Aquí me tratan bien. Las monjitas son muy buenas con nosotras. Nos dan pasteles y chocolate los domingos. Mis compañeras también son muy buenas conmigo y me ayudan mucho. 


   A mi me hubiera gustado más estar con vosotros pero comprendo que con el trabajo, los chicos, no habeis podido. Pero no me quejo. Estoy bien.


  María, tengo que decirte que me salió un novio. Hablo con él todas las noches, después de la cena que nos dan muy temprano aquí. Solo lo veo unos minutos. Está siempre sentado y con corbata y  habla de guerras, de política, de asesinatos, de inundaciones. A veces también habla de cosas buenas. Y me habla cosas a mí sola, nadie más puede escucharlas. Luego sale hablando del tiempo otro, pero éste es el novio de Adelaida.

  Escribeme pronto y ven a verme cuando puedas. Tu tía que no te olvida.  Dolores.

 

martes, 21 de diciembre de 2010

Epístolas (I)

Querida Dolores:

     Espero que al recibo de estas cuatro líneas te encuentres bien, nosotros por aquí bien, a Dios gracias.

     Dolores, hace tiempo que no te escribo, te pido perdón por no haberlo hecho antes, pero hemos tenido obras en la casa y poco tiempo para muchas cosas. Creo que a veces no tengo tiempo ni  para pensar siquiera.

     ¿Cómo estás? ¿Estás mejor de los huesos? Ahora con esta humedad.... Aquí no deja de llover, pero no nieva. ¿Ha nevado ya en el pueblo? Si supieras cuánto echo de menos el pueblo, a pesar del frío y de ese invierno interminable.

     Por aquí estamos bien. La niña ya no vive con nosotros. Se fue a vivir con su novio. Ya sabes, ahora la juventud no piensa tanto en casarse, vivir juntos sí, pero eso de casarse ya es otra historia. A mí me da igual, mientras que estén felices, bueno, yo también lo estoy. Y total casarse para qué. ¿No piensas tú lo mismo?. Anda la juventud como antes de.... bueno, mejor no recordarlo.

     El niño todavía no terminó la carrera, pero ya le falta poco. Y cuando termine a buscar trabajo. Ahora está la cosa muy complicada con el trabajo Dolores. Tendremos que tener paciencia y seguir ayudándole.

     Nos hubiera gustado ir a verte en el puente. Pero con los gastos de la obra, le debemos al Banco una barbaridad, la niña que ya no ayuda en casa, y mi marido que gana menos ahora, bueno, que tenemos más apuros, pero para el verano intentaremos ir. Te lo prometo.

     Por lo demás estamos bien de salud, que es lo importante, bueno, algunas goteras tenemos ya, nos vamos haciendo viejos Dolores. Pero estamos bien. El trabajo, la casa, la rutina, todo en su sitio.

     Dolores, escríbeme pronto que tengo ganas de saber de tí. Sé que estarás bien, de lo contrario nos hubieran avisado, pero quiero que me lo digas tú en tu carta. 

     Esperando noticias tuyas, se despide tu sobrina que no te olvida.  María.





     





     

    

jueves, 16 de diciembre de 2010

Sin musas (actualizado)

Hace ya unos años asistí a un Taller de Escritura. De esos que hacen por los Distritos del Ayuntamiento.  Ni siquiera lo terminé, pero algunas cosas de las que dieron me sirvieron algo.
Ni que decir tiene que no me considero ni una cuarta de escritora, ojalá!! pero me gusta escribir, aunque sean “chuminás” como me digo a mí misma.
Una de los consejos que nos dieron es que siempre deberíamos tener a mano papel y lápiz. Apuntar todo lo que se nos pase por la cabeza de lo que luego podamos sacar algo. Aunque sea una palabra, o una frase, o el tema para un cuento, o un sentimiento… lo que sea, apuntarlo, porque es verdad, esas ideas que se nos cruzan comiendo una pizza, luego se olvidan, como los sueños.
Y aquí estoy, sin una idea para esta entrada (evidentemente no apunto nada). Y me pregunto ¿qué hago aquí?.

Actualizo 18 diciembre
Otra vez bajo la lluvia a la calle, y seguiré manifestándome hasta que me quede sin fuerzas. Hay que decir NO a tantas cosas. Hay que  CAMBIAR tanto. Entre todos podremos. Salud.