GRACIAS

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A todos los que visitan Mi Rincón, me dejáis vuestros comentarios: ¡¡Gracias!!. No suelo contestar a vuestros comentarios en las entradas, así que quede aquí mi gratitud.

martes, 31 de agosto de 2010

Evasión

Había llegado a la parada sin darse cuenta, casi sin querer. En realidad no sabía ni porqué se había subido. Quizá por inercia. Necesitaba pensar y extrañamente el autobús la invitaba a ello. Nadie con quien tener que hablar, sólo mirar distraída por la ventanilla. El autobús podía llegar a ser su refugio.

No podía dejar de pensar en él, en su particular refugio, donde tantas veces lo había visto evadirse también.

A él le gustaba sentarse en la zona del salón a la que llamaba cariñosamente "su biblioteca". No era en sí una biblioteca, pero era  su espacio, donde tenía sus libros, los leídos mil veces, los empezado a leer otras tantas, los que jamás leería...


Cuando el día amanecía soleado, se colaban rayitos juguetones entre las láminas de las persianas, y a él le gustaba jugar con las formas que adquiría el humo de su cigarrillo, daba una gran calada y lo expulsaba fuerte, extasiándose con el juego sensual entre el humo, el sol y las motas de polvo.
Realmente no pensaba en nada, se dejaba ir... vagueando...


Exactamente así, lo acababa de dejar en esa tarde y como siempre no sabía cuando se produciría el siguiente encuentro. La vida se portaba así con ellos, nada de premeditaciones ni citas, dejarse llevar, como el humo de un cigarrillo.

martes, 24 de agosto de 2010

El capítulo más hermoso de Rayuela.



Rayuela
Capítulo 7
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.

lunes, 16 de agosto de 2010